Los alcaparrones

La alcaparra: mata con pinchos que crece buscando el calor y la grieta del suelo. Todo comodidades. Una flor blanca, hermosísima y unos frutos: los alcaparrones. Tapa imprescindible en las ligas de las noches de verano en Jaén, cuando éramos niños, y revoloteábamos junto a la mesa de los adultos. Alcaparrones siempre acompañando las bebidas, ante tu incomprensión, porque su sabor fuerte entonces te disgustaba al tiempo que idealizabas una posible tapa de aceitunas, dado que estábamos rodeados de olivos. Si ponían aceitunas, atendiendo el “pon otra tapilla, hombre” tampoco sabían como las de las latas. Eran largas, rajadas, machacadas y vaya por Dios, que también amargaban un poco.

Foto: mata de alcaparras que “se ha nacido” en el suelo áspero, junto a nuestra casería.